A mis dos amores:
Al plural: todas esas personas que han ido haciéndose un hueco en mi corazón... Y al individual: esa sonrisa que habita mi vida, ese sol que abraza mi alma...
¿Quién mejor que Mario Benedetti para expresar el cariño, la ilusión... de la forma más sencilla?
Arco Iris
A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea
sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo
sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente
y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin deseperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía
llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.
Hagamos un trato
Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.
Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense qué flojera
igual puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.
No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Táctica y estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.
Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.
Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos.
Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.
Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
viernes, 23 de octubre de 2009
viernes, 9 de octubre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
Respuesta a la pregunta: ¿Estás en los juniors por vocación religiosa o solidaridad?
Pues a ver, describir las creencias de un@ es difícil, o debería serlo porque se supone que hay muchos matices que son diferentes en cada persona...
Así que lo haré lo mejor que pueda: mis padres me apuntaron a un campamento de verano con los juniors, porque mi prima (que vivía en la ciudad donde crecieron mis padres y donde ahora vivo) iba, y a mis padres le gustaban más los juniors que los scouts. Ellos lo hicieron porque no querían que el pueblo me cortara las alas, ya que allí de mi edad sólo había 3 niños (mal número), una era yo y los otros eran chicos...
El campamento me gustó mucho y repetí varios años hasta que nos mudamos a la ciudad y entré como niña en el centro juniors, que no dejaba de ser un entretenimiento para los sábados y donde iba la gente que conocía. Al poco tiempo, tenía la edad en la que se pasa a monitor (o se deja de ser "niño" del centro porque ya estás grandecito).
Aquí quiero hacer un paréntesis. Cuando tomé la comunión era una niña que creía en Jesús como una persona (no un dios) buena que había hecho cosas tan buenas e importantes que eran casi milagros (tipo Gandhi o Carlinhos Brown, pero más todavía) y no creía en los dogmas.En cambio sí creía en un dios padre que había hecho el mundo y que regía nuestros destinos.
Mi posición fue acorde con mi personalidad, crítica, y después de ir conociendo más, fui cuestionando más, es decir cuestiono cada cosa que me llega. Hasta el punto de seguir estudiando religión en el colegio sin creer en Nada ( mi madre siempre ha dicho que era cultura y no me vendría mal conocerla, que luego hiciese lo que creyese, nunca mejor dicho).
Llegué a la edad en la que se empieza a prepararse para la confirmación y recuerdo una conversación con la monja que me daba clases en el colegio. "No me voy a confirmar" "¿Por qué?" "Pues porque yo estas cosas me las tomo en serio y respeto mucho la religión. Por eso, como no creo, no me voy a confirmar". "¿No crees?" "No" "¿No crees en nada?" "Sí que creo, creo en la Naturaleza, ella creó las cosas, pero después de ver tantas cosas malas, no creo que exista Dios porque si no, no entiendo cómo Dios lo permite, por mucho que nos diese libre albedrío". Y no me confirmé. No obstante, yo seguía analizando y siendo crítica y noté que había momentos en los que sí "pedía" que existiese alguien capaz de dar respuestas. Mi vida era demasiado dura para que se terminara sin una recompensa, aunque fuese al final. Pero seguía teniendo claro que había existido alguien que en el año 0 armó jaleo, si no, no hubiese existido el cristianismo, y me cerraba completamente a los dogmas (es que estas cosas si no las veo claras, nada de nada, no me va el borreguismo). Seguía dudando de la existencia de Dios, que iba tomando fuerza pero veía más claramente que era el mismo para todas las religiones. Por tanto nada de dogmas (diferentes en cada religión). Termino el paréntesis.
Luego nadie se opuso a que fuese monitora, aunque no estuviese confirmada, pero no estaba demasiado bien visto. Sin embargo siempre defendí que podía enseñar los valores de Cristo (supongo que te referías a esto con lo de solidaridad, y sí, es una ong), porque eran valores que yo sí sentía (amor, respeto, amistad), son valores sociales y comunes prácticamente en todo el mundo. Desde luego nadie tuvo queja de mí en cuanto a llevarlo a cabo (toma pegote! Pero es verdad, soy buena gente)
En las misas, escuchaba historias que siempre respeté y sin embargo, sólo me convencían las de Cristo ayudando a gente (sin milagros). La virgen... como que no. Y el espíritu santo... hasta mucho tiempo después no entendí ese concepto. El dios creador... pues hombre, piensas en que hace falta un primer motor para poner la primera partícula. Yo, un ser limitado en espacio y tiempo, no entiendo lo ilimitado, y la nada también lo es, por tanto que de la nada salga de repente algo, no lo entiendo (que no quiere decir que algún día no se demuestre y de forma entendible). La nada es infinita pero en nada. Yo necesito de un principio, aunque este sea ilimitado, a fin de cuentas. Para no volverme loca mi cerebro se amolda fácilmente a la idea de Dios, que resuelve el problema de la creación del primer átomo y le da un empuje. Asímismo, el espacio (con las galaxias) si es finito está dentro de algo infinito, y si es infinito, igualmente lo veo algo no digerible por mi cerebro. Por tanto, algo que es infinito (la idea de Dios) en todas las dimensiones de tiempo, espacio, etc. me ayuda a cerrar incógnitas, incluida la de la injusticia, esencial para mí: Qué soy y qué hago aquí, si esto es una mierda? (Mi concepto del cielo y el infierno lo explicaré en un post expresamente escrito para ello).
Resumiendo, la biblia era un texto hecho por hombres con las exageraciones y fantasías de los hombres, que además tuvo que ser reestructurado porque había "tantas biblias" que se tuvo que elegir una...la que más convenía a la Iglesia. Este es un punto importante, yo veo una historia genial pero no milagrosa. Que sí puede que tenga un Dios, pero para lo metafísico: el principio del mundo y para cuando la palmas, es decir los extremos de la vida humana.
Mi mayor reticencia supongo que siempre fue hacia la estructura de la Iglesia, en eso pienso igual que entonces, sólo que ahora tengo más información y por tanto, matizo.
Curiosamente por esta época (cuando empecé como monitora) me dejé llevar por la cosa de cantar. Mi novio, también monitor (la gente que conocía, era toda de los campamentos, por tanto, era este el ambiente entre mis conocidos) me dijo que él iba a tocar la guitarra y que había gente que cantaba. Ilusa de mí, no sé qué me imaginé. Total que cuando llegué, después de haberle dicho que me hacía mucha ilusión unirme al grupo, me llevé un chasco. Como estaba medio atontada con el chico este, pues decidí seguir yendo a los ensayos aunque no me apañase la cosa (me parecía soso, sobre todo al principio, luego no tanto), inspirada más bien, por una mujer que me trataba la mar de bien y me animaba a volver.
Ella era muy creyente y supongo que me fue pasando toda esa confianza que ella tenía en Dios a mí. Esto no hubiese pasado quizás si yo no hubiese necesitado creer en algo para superar todo lo que tenía encima, así que me cogí como cuando uno se coge a un clavo ardiendo a aquello que no me daba ningún problema y sí me daba consuelo: tenía a un ser todo poderoso que me cuidaba, y de verdad, si cualquier persona hubiese conocido a esta mujer y hubiese visto lo tranquila que vivía y lo segura que se sentía convencida de que Dios la iba a cuidar siempre, impidiendo que nada malo le pasaría si ella actuaba como Cristo, se hubiese hecho creyente.
Supongo que al mismo tiempo entendí que yo no tenía que dar explicaciones a nadie, ya que nadie me ha preguntado jamás a qué nivel sentía mi religiosidad. Esto me dio margen y pensé que podía poner las excepciones que yo quisiera (dentro de la coherencia y basándose en el espíritu crítico). Por tanto, creyendo en Cristo y casi convencida de que también creía en Dios Padre, me bastaba para considerarme Crist-iana.
Siempre consideré que la religión es un invento humano y que tiene una finalidad: dar esperanza, y esto en mí lo cumplía (vaya, es que me has pillado que hace unos meses que estoy con crisis religiosa, y ahora mismo no puedo decirte 100% lo mismo que entonces, pero bueno, yo te explico cuáles han sido mis argumentos hasta ahora)
Pasó que esta mujer, que tenía problemas del corazón, se puso grave. Hasta ese momento siempre nos había dicho que "si Dios la llamaba, ella acudiría a servirle allá arriba, que eso era que la había convertido en ángel" y la verdad es que conociéndola, lo veías, de tan buena que era. Siempre alegre pese a su enfermedad y siempre agradeciéndole a Dios por todo. Eso le daba mucha fuerza.
Total que fuimos a verla al hospital animados, pensando que se recuperaría aunque estuviese grave, tan sólo por la alegría que ella tenía y que no le iba a dejar que se fuera.
Y su madre al principio de empeorar ella había estado optimista. Pero nos dijo, antes de ver a su hija, que ésta estaba muy mal. Cuál fue nuestra sorpresa cuando la vimos completamente hundida y maldiciendo a Dios por el castigo que decía que le estaba dando. Estaba muy triste y decaída. Su madre decía que desde que le había cambiado el humor estaba mucho peor. A los pocos días murió.
Ahí la verdad es que comprobé que la Fe era lo que la había estado sosteniendo más que otra cosa hasta su muerte. Siempre había estado delicada pero aguantaba. Sin duda, la religión es una herramienta, para eso existe y puede que parte de esa herramienta sea la idea de Dios.
O te sirve o no te sirve, lo que está claro es que nadie te puede decir si tienes que creer o no y en qué. Eso te nace a partir de una necesidad ("la necesidad crea el órgano"). Si esa necesidad te la cubre otra cosa como la ciencia, perfecto, porque además tienes pruebas. Pero mientras la ciencia no te pueda dar esperanza (y es precisamente lo que hace la ciencia, establecer límites, cuando lo que uno muchas veces necesita es que haya algo tras los límites, como los Reyes Magos cuando eres pequeño)... te queda un hueco que cada uno lo llena como le parece. A mí esto, la religión, me sirvió.
Los valores son los valores, y esos están ahí, en eso siempre he creído y me he partido el lomo por intentar educar en estos valores a los chavales del junior, para que sean "personas" y no estén "aborregados". No insisto porque este punto está más que claro.
En cuanto a los temas religiosos no he tenido problemas en transmitir lo que creía porque era sincera: explico que la biblia hay que "entenderla" y que se utilizan metáforas, pero todo (hablo del Nuevo Testamento, sobre todo) pienso que más allá de lo que yo creo que es "poesía", tiene su explicación lógica, sin necesidad de "magia potagia".
En lo que respecta a los ritos, encuentro sentido a la eucaristía, pero desde luego, si fuera por mí, la iglesia se renovaría muchísimo más (iban a flipar :P)
Para terminar, la posición de la Iglesia como institución y parte alta de la jerarquía dista en muchos temas de mi visión de las cosas. De ahí vienen mis discusiones con algunos curas (si es que soy medio hereje, lo sé) y veo que hay temas en los que se pronuncia y están muy bien (y la gente a lo mejor no se entera) y luego hay meteduras de pata, a mi parecer, en las que todo el mundo opina sin siquiera haberse molestado en conocer un poco más cómo está la cosa y de dónde viene. A este respecto, lo que yo hago es preguntar y cuando me dicen: "esto es así porque nos basamos en este trozo de la biblia, esta frase de Jesús", yo digo "pues yo creo que tendría que ser asá, basándome en la actitud que tenía Jesús hacia las personas (más abierta)". A veces se me escucha más, a veces menos. Lo que me parece es que uno no puede meterse a criticar algo sin conocerlo, no tiene por qué ser desde dentro, pero sí al menos haber estudiado sus ideas (perogrullada al canto! Pero no se sigue!). En mi caso yo soy una cabezona y para que las cosas estén bien, se tiene que hacer bien, y así lo intento hacer. Pienso que lo que Cristo transmitía estaba muy bien, y por eso es común a muchas culturas, pero a veces parece que se aplica mal. Desde luego, lo que también creo es que todos los cristianos somos "Iglesia", y se tendría que tener en cuenta lo que opinamos los cristianos laicos a la hora de hablar de la Iglesia. Igual que, la jerarquía eclesiástica, debería tenernos en cuenta a la hora de pronunciarse, porque hay mucha gente que aboga por cambios importantes y muy chulos, que llevarían a una mayor coherencia.
De todas maneras, ya te he comentado que estoy en una crisis de fe y si bien nunca he confiado mucho en que hubiese una vida más allá de la muerte (en la que siempre soñaba que mi alma, sin cuerpo,adquiriese el conocimiento absoluto, no sé, me hacía ilu!), ahora lo veo aún peor. Pero lo que no cambia para mí es la moral de ser tolerante,ayudar, etc. (otra cosa es la moral que constriñe hasta las cosas más naturales del hombre, y que es otro motivo para mi crisis).
En fín. Espero haberte respondido.
Un abrazo!!
Así que lo haré lo mejor que pueda: mis padres me apuntaron a un campamento de verano con los juniors, porque mi prima (que vivía en la ciudad donde crecieron mis padres y donde ahora vivo) iba, y a mis padres le gustaban más los juniors que los scouts. Ellos lo hicieron porque no querían que el pueblo me cortara las alas, ya que allí de mi edad sólo había 3 niños (mal número), una era yo y los otros eran chicos...
El campamento me gustó mucho y repetí varios años hasta que nos mudamos a la ciudad y entré como niña en el centro juniors, que no dejaba de ser un entretenimiento para los sábados y donde iba la gente que conocía. Al poco tiempo, tenía la edad en la que se pasa a monitor (o se deja de ser "niño" del centro porque ya estás grandecito).
Aquí quiero hacer un paréntesis. Cuando tomé la comunión era una niña que creía en Jesús como una persona (no un dios) buena que había hecho cosas tan buenas e importantes que eran casi milagros (tipo Gandhi o Carlinhos Brown, pero más todavía) y no creía en los dogmas.En cambio sí creía en un dios padre que había hecho el mundo y que regía nuestros destinos.
Mi posición fue acorde con mi personalidad, crítica, y después de ir conociendo más, fui cuestionando más, es decir cuestiono cada cosa que me llega. Hasta el punto de seguir estudiando religión en el colegio sin creer en Nada ( mi madre siempre ha dicho que era cultura y no me vendría mal conocerla, que luego hiciese lo que creyese, nunca mejor dicho).
Llegué a la edad en la que se empieza a prepararse para la confirmación y recuerdo una conversación con la monja que me daba clases en el colegio. "No me voy a confirmar" "¿Por qué?" "Pues porque yo estas cosas me las tomo en serio y respeto mucho la religión. Por eso, como no creo, no me voy a confirmar". "¿No crees?" "No" "¿No crees en nada?" "Sí que creo, creo en la Naturaleza, ella creó las cosas, pero después de ver tantas cosas malas, no creo que exista Dios porque si no, no entiendo cómo Dios lo permite, por mucho que nos diese libre albedrío". Y no me confirmé. No obstante, yo seguía analizando y siendo crítica y noté que había momentos en los que sí "pedía" que existiese alguien capaz de dar respuestas. Mi vida era demasiado dura para que se terminara sin una recompensa, aunque fuese al final. Pero seguía teniendo claro que había existido alguien que en el año 0 armó jaleo, si no, no hubiese existido el cristianismo, y me cerraba completamente a los dogmas (es que estas cosas si no las veo claras, nada de nada, no me va el borreguismo). Seguía dudando de la existencia de Dios, que iba tomando fuerza pero veía más claramente que era el mismo para todas las religiones. Por tanto nada de dogmas (diferentes en cada religión). Termino el paréntesis.
Luego nadie se opuso a que fuese monitora, aunque no estuviese confirmada, pero no estaba demasiado bien visto. Sin embargo siempre defendí que podía enseñar los valores de Cristo (supongo que te referías a esto con lo de solidaridad, y sí, es una ong), porque eran valores que yo sí sentía (amor, respeto, amistad), son valores sociales y comunes prácticamente en todo el mundo. Desde luego nadie tuvo queja de mí en cuanto a llevarlo a cabo (toma pegote! Pero es verdad, soy buena gente)
En las misas, escuchaba historias que siempre respeté y sin embargo, sólo me convencían las de Cristo ayudando a gente (sin milagros). La virgen... como que no. Y el espíritu santo... hasta mucho tiempo después no entendí ese concepto. El dios creador... pues hombre, piensas en que hace falta un primer motor para poner la primera partícula. Yo, un ser limitado en espacio y tiempo, no entiendo lo ilimitado, y la nada también lo es, por tanto que de la nada salga de repente algo, no lo entiendo (que no quiere decir que algún día no se demuestre y de forma entendible). La nada es infinita pero en nada. Yo necesito de un principio, aunque este sea ilimitado, a fin de cuentas. Para no volverme loca mi cerebro se amolda fácilmente a la idea de Dios, que resuelve el problema de la creación del primer átomo y le da un empuje. Asímismo, el espacio (con las galaxias) si es finito está dentro de algo infinito, y si es infinito, igualmente lo veo algo no digerible por mi cerebro. Por tanto, algo que es infinito (la idea de Dios) en todas las dimensiones de tiempo, espacio, etc. me ayuda a cerrar incógnitas, incluida la de la injusticia, esencial para mí: Qué soy y qué hago aquí, si esto es una mierda? (Mi concepto del cielo y el infierno lo explicaré en un post expresamente escrito para ello).
Resumiendo, la biblia era un texto hecho por hombres con las exageraciones y fantasías de los hombres, que además tuvo que ser reestructurado porque había "tantas biblias" que se tuvo que elegir una...la que más convenía a la Iglesia. Este es un punto importante, yo veo una historia genial pero no milagrosa. Que sí puede que tenga un Dios, pero para lo metafísico: el principio del mundo y para cuando la palmas, es decir los extremos de la vida humana.
Mi mayor reticencia supongo que siempre fue hacia la estructura de la Iglesia, en eso pienso igual que entonces, sólo que ahora tengo más información y por tanto, matizo.
Curiosamente por esta época (cuando empecé como monitora) me dejé llevar por la cosa de cantar. Mi novio, también monitor (la gente que conocía, era toda de los campamentos, por tanto, era este el ambiente entre mis conocidos) me dijo que él iba a tocar la guitarra y que había gente que cantaba. Ilusa de mí, no sé qué me imaginé. Total que cuando llegué, después de haberle dicho que me hacía mucha ilusión unirme al grupo, me llevé un chasco. Como estaba medio atontada con el chico este, pues decidí seguir yendo a los ensayos aunque no me apañase la cosa (me parecía soso, sobre todo al principio, luego no tanto), inspirada más bien, por una mujer que me trataba la mar de bien y me animaba a volver.
Ella era muy creyente y supongo que me fue pasando toda esa confianza que ella tenía en Dios a mí. Esto no hubiese pasado quizás si yo no hubiese necesitado creer en algo para superar todo lo que tenía encima, así que me cogí como cuando uno se coge a un clavo ardiendo a aquello que no me daba ningún problema y sí me daba consuelo: tenía a un ser todo poderoso que me cuidaba, y de verdad, si cualquier persona hubiese conocido a esta mujer y hubiese visto lo tranquila que vivía y lo segura que se sentía convencida de que Dios la iba a cuidar siempre, impidiendo que nada malo le pasaría si ella actuaba como Cristo, se hubiese hecho creyente.
Supongo que al mismo tiempo entendí que yo no tenía que dar explicaciones a nadie, ya que nadie me ha preguntado jamás a qué nivel sentía mi religiosidad. Esto me dio margen y pensé que podía poner las excepciones que yo quisiera (dentro de la coherencia y basándose en el espíritu crítico). Por tanto, creyendo en Cristo y casi convencida de que también creía en Dios Padre, me bastaba para considerarme Crist-iana.
Siempre consideré que la religión es un invento humano y que tiene una finalidad: dar esperanza, y esto en mí lo cumplía (vaya, es que me has pillado que hace unos meses que estoy con crisis religiosa, y ahora mismo no puedo decirte 100% lo mismo que entonces, pero bueno, yo te explico cuáles han sido mis argumentos hasta ahora)
Pasó que esta mujer, que tenía problemas del corazón, se puso grave. Hasta ese momento siempre nos había dicho que "si Dios la llamaba, ella acudiría a servirle allá arriba, que eso era que la había convertido en ángel" y la verdad es que conociéndola, lo veías, de tan buena que era. Siempre alegre pese a su enfermedad y siempre agradeciéndole a Dios por todo. Eso le daba mucha fuerza.
Total que fuimos a verla al hospital animados, pensando que se recuperaría aunque estuviese grave, tan sólo por la alegría que ella tenía y que no le iba a dejar que se fuera.
Y su madre al principio de empeorar ella había estado optimista. Pero nos dijo, antes de ver a su hija, que ésta estaba muy mal. Cuál fue nuestra sorpresa cuando la vimos completamente hundida y maldiciendo a Dios por el castigo que decía que le estaba dando. Estaba muy triste y decaída. Su madre decía que desde que le había cambiado el humor estaba mucho peor. A los pocos días murió.
Ahí la verdad es que comprobé que la Fe era lo que la había estado sosteniendo más que otra cosa hasta su muerte. Siempre había estado delicada pero aguantaba. Sin duda, la religión es una herramienta, para eso existe y puede que parte de esa herramienta sea la idea de Dios.
O te sirve o no te sirve, lo que está claro es que nadie te puede decir si tienes que creer o no y en qué. Eso te nace a partir de una necesidad ("la necesidad crea el órgano"). Si esa necesidad te la cubre otra cosa como la ciencia, perfecto, porque además tienes pruebas. Pero mientras la ciencia no te pueda dar esperanza (y es precisamente lo que hace la ciencia, establecer límites, cuando lo que uno muchas veces necesita es que haya algo tras los límites, como los Reyes Magos cuando eres pequeño)... te queda un hueco que cada uno lo llena como le parece. A mí esto, la religión, me sirvió.
Los valores son los valores, y esos están ahí, en eso siempre he creído y me he partido el lomo por intentar educar en estos valores a los chavales del junior, para que sean "personas" y no estén "aborregados". No insisto porque este punto está más que claro.
En cuanto a los temas religiosos no he tenido problemas en transmitir lo que creía porque era sincera: explico que la biblia hay que "entenderla" y que se utilizan metáforas, pero todo (hablo del Nuevo Testamento, sobre todo) pienso que más allá de lo que yo creo que es "poesía", tiene su explicación lógica, sin necesidad de "magia potagia".
En lo que respecta a los ritos, encuentro sentido a la eucaristía, pero desde luego, si fuera por mí, la iglesia se renovaría muchísimo más (iban a flipar :P)
Para terminar, la posición de la Iglesia como institución y parte alta de la jerarquía dista en muchos temas de mi visión de las cosas. De ahí vienen mis discusiones con algunos curas (si es que soy medio hereje, lo sé) y veo que hay temas en los que se pronuncia y están muy bien (y la gente a lo mejor no se entera) y luego hay meteduras de pata, a mi parecer, en las que todo el mundo opina sin siquiera haberse molestado en conocer un poco más cómo está la cosa y de dónde viene. A este respecto, lo que yo hago es preguntar y cuando me dicen: "esto es así porque nos basamos en este trozo de la biblia, esta frase de Jesús", yo digo "pues yo creo que tendría que ser asá, basándome en la actitud que tenía Jesús hacia las personas (más abierta)". A veces se me escucha más, a veces menos. Lo que me parece es que uno no puede meterse a criticar algo sin conocerlo, no tiene por qué ser desde dentro, pero sí al menos haber estudiado sus ideas (perogrullada al canto! Pero no se sigue!). En mi caso yo soy una cabezona y para que las cosas estén bien, se tiene que hacer bien, y así lo intento hacer. Pienso que lo que Cristo transmitía estaba muy bien, y por eso es común a muchas culturas, pero a veces parece que se aplica mal. Desde luego, lo que también creo es que todos los cristianos somos "Iglesia", y se tendría que tener en cuenta lo que opinamos los cristianos laicos a la hora de hablar de la Iglesia. Igual que, la jerarquía eclesiástica, debería tenernos en cuenta a la hora de pronunciarse, porque hay mucha gente que aboga por cambios importantes y muy chulos, que llevarían a una mayor coherencia.
De todas maneras, ya te he comentado que estoy en una crisis de fe y si bien nunca he confiado mucho en que hubiese una vida más allá de la muerte (en la que siempre soñaba que mi alma, sin cuerpo,adquiriese el conocimiento absoluto, no sé, me hacía ilu!), ahora lo veo aún peor. Pero lo que no cambia para mí es la moral de ser tolerante,ayudar, etc. (otra cosa es la moral que constriñe hasta las cosas más naturales del hombre, y que es otro motivo para mi crisis).
En fín. Espero haberte respondido.
Un abrazo!!
lunes, 5 de octubre de 2009
"El mejor indicio de la sabiduría es la concordancia entre las palabras y las obras" Confucio
Este es el primer meme que hago como tal (qué ilu ^ ^ ) y está inspirado según parece en las pasadas Olimpiadas de Beijing, China.
1º Traducir tu nombre verdadero al chino en este enlace http://www.chino-china.com/nombres
2º Copiamos el nombre ya traducido y lo pegamos en el siguiente enlace que será fundamental http://www.chino-china.com/herramientas/caligrafia.html
3º Veremos nuestro nombre traducido al chino con un bonito dibujo seleccionado por nosotros.
4º Guardamos la imagen seleccionada y listo. Preparada la imagen para ponerla en nuestro blog, el nombre del post puede ser el que se les ocurra relacionado con los juegos.
5º El meme deberá ser entregado a 5 personas mas, son cinco por los aros que forman el logo de las olimpiadas.
![]()
1º Traducir tu nombre verdadero al chino en este enlace http://www.chino-china.com/nombres
2º Copiamos el nombre ya traducido y lo pegamos en el siguiente enlace que será fundamental http://www.chino-china.com/herramientas/caligrafia.html
3º Veremos nuestro nombre traducido al chino con un bonito dibujo seleccionado por nosotros.
4º Guardamos la imagen seleccionada y listo. Preparada la imagen para ponerla en nuestro blog, el nombre del post puede ser el que se les ocurra relacionado con los juegos.
5º El meme deberá ser entregado a 5 personas mas, son cinco por los aros que forman el logo de las olimpiadas.
Este meme se lo paso a Querdelf, a Kamechan y a Ícaro... y ya está porque no conozco a nadie más que no esté ya señalado por Hellen... Sin embargo, espero que este post sirva, como me ha servido a mí, para conocer un poco mejor la cultura china, al motivar la búsqueda de información no sólo sobre las olimpiadas, sino sobre el país :)
Me ha parecido bonito el link de Tita Hellen, así que lo mantengo para acercar un poco más las olimpiadas de Beijing al mundo mundial :P http://www.youtube.com/watch?v=0XbIZqg4v7w
jueves, 1 de octubre de 2009
Hace unos días, del papel al pc
El cielo estaba enfadado y ha descargado su rabia contra la tierra y los hombres que destruyen la Naturaleza.
El planeta ya no aguanta más agresiones y demuestra con sus truenos que es mucho más poderoso que los hombres, y que les puede matar.
Los rayos caían ágiles y letales y las nubes tronaban mientras las personas huían, corrían a refugiarse en sus casas.
La maravillosa Naturaleza, en su baño, dejaba limpio el aire y las calles. Tanto dolor y barbarie humanas se detienen unos segundos mientras la Naturaleza ruge y los hombres se esconden.
Hoy ella estaba enfadada y nos ha querido dar una lección que nunca aprendemos.
Como madre bondadosa que es, siempre termina sus regaños cuidando de los seres que tanto ama, regándolos y dándoles de beber. ¡Cuánta paciencia! ¡Quiero poder aprender de ella!
---
Ya desde pequeña, cuando vivía en el pueblo, recuerdo que mi madre seguía un ritual sencillo y especial. Quizás las circunstancias la obligaban, pero su hermosa visión del mundo hacía que convirtiese en mágicos los momentos adversos.
Sencillamente se iba la "luz" cada vez que llovía en el pueblo. Entonces, como no podía ver mucho con la oscuridad de la tarde y sin luz eléctrica, tenía que dejar lo que estuviese haciendo para acudir donde estaba mi madre que, con su luz, me llamaba. Había encendido una vela. No una vela de muertos, ni una vela aromática, mucho menos decorativa, sino una vela. De aquellas que hacíamos con la cera roja de los quesitos.
Sentadas en torno a la mesa camilla nos acercábamos a la vela para mirar la llama. Mi madre decía un par de frases como "qué bello es el fuego" y "el fuego lo limpia todo", y ahí quedábamos en silencio durante una hora o unos minutos... eso sí, parados en el tiempo; admirando la cera que, líquida, colmaba la cumbre para abandonarla después precipitándose en una bajada sinuosa y tibia. Parecía morir la cera cuando, fría ya, dejaba esculpida su forma de gota hasta que un nuevo riachuelo de magma rojo revivía la escultura dormida desde el interior con su calor.
La alquimia proseguía en la cocina, hubiese ya "luz" o no. Allí ese elemento natural, violento y hogareño, el fuego, nos llamaba a hermanarnos con él, a usarlo, a vivirlo y a acariciarlo. Nos poníamos a hacer más velas con los restos de la anterior y añadiendo la cera meticulosamente recogida durante tiempo y, mientras se enfriaban, mamà cuinava. Hay escenas tan sagradas que sólo se pueden decir en la lengua íntima que, como una cinta de raso, las rodeaba.
Así era como mi madre se convertía en bruja, capaz de transformar unos pocos ingredientes sin sustancia en un dulce aromático. A su lado la ayudaba a batir los huevos o a añadir, poco a poco, el azúcar mientras ella removía el chocolate y me decía: "Theobroma, el alimento de los dioses" y me sonreía.
Aprendí a esperar el tiempo que hiciese falta para que el pastel estuviese, después de haber impregnado con su olor cálido, dulce y pacífico toda la casa al hornearlo.
Me fue duro entender que hay cosas que no están buenas calientes y que deben enfriarse para que nos sienten bien. Pero todo aquello decía cómo había que hacer las cosas en la vida: con paciencia, dulzura y esmero.
Aún hoy, cuando vivimos en una ciudad y la "luz" no se "va" nunca, seguimos el ritual: cuando hay tormenta, paramos el tiempo y lo saboreamos.
---
Curioso, por tanto, que la lluvia me recuerde al fuego.
Hoy los rayos sacuden el suelo y rompen el aire con violencia y estruendo.
Tengo miedo a los rayos, su luz atraviesa rápida y conrtante el cielo y mi piel se estremece esperando la reprimenda de su eco.
Intento esconderme de su ira bajo las sábanas pero, incluso en mi refugio, me encuentra. No soy nada frente a la Naturaleza. Me levanto, pues, y le presento mis respetos tras el cristal, lleno de gotas que caen, de la ventana: el único remedio contra los rayos es mostrarles humildad.
El planeta ya no aguanta más agresiones y demuestra con sus truenos que es mucho más poderoso que los hombres, y que les puede matar.
Los rayos caían ágiles y letales y las nubes tronaban mientras las personas huían, corrían a refugiarse en sus casas.
La maravillosa Naturaleza, en su baño, dejaba limpio el aire y las calles. Tanto dolor y barbarie humanas se detienen unos segundos mientras la Naturaleza ruge y los hombres se esconden.
Hoy ella estaba enfadada y nos ha querido dar una lección que nunca aprendemos.
Como madre bondadosa que es, siempre termina sus regaños cuidando de los seres que tanto ama, regándolos y dándoles de beber. ¡Cuánta paciencia! ¡Quiero poder aprender de ella!
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Ya desde pequeña, cuando vivía en el pueblo, recuerdo que mi madre seguía un ritual sencillo y especial. Quizás las circunstancias la obligaban, pero su hermosa visión del mundo hacía que convirtiese en mágicos los momentos adversos.
Sencillamente se iba la "luz" cada vez que llovía en el pueblo. Entonces, como no podía ver mucho con la oscuridad de la tarde y sin luz eléctrica, tenía que dejar lo que estuviese haciendo para acudir donde estaba mi madre que, con su luz, me llamaba. Había encendido una vela. No una vela de muertos, ni una vela aromática, mucho menos decorativa, sino una vela. De aquellas que hacíamos con la cera roja de los quesitos.
Sentadas en torno a la mesa camilla nos acercábamos a la vela para mirar la llama. Mi madre decía un par de frases como "qué bello es el fuego" y "el fuego lo limpia todo", y ahí quedábamos en silencio durante una hora o unos minutos... eso sí, parados en el tiempo; admirando la cera que, líquida, colmaba la cumbre para abandonarla después precipitándose en una bajada sinuosa y tibia. Parecía morir la cera cuando, fría ya, dejaba esculpida su forma de gota hasta que un nuevo riachuelo de magma rojo revivía la escultura dormida desde el interior con su calor.
La alquimia proseguía en la cocina, hubiese ya "luz" o no. Allí ese elemento natural, violento y hogareño, el fuego, nos llamaba a hermanarnos con él, a usarlo, a vivirlo y a acariciarlo. Nos poníamos a hacer más velas con los restos de la anterior y añadiendo la cera meticulosamente recogida durante tiempo y, mientras se enfriaban, mamà cuinava. Hay escenas tan sagradas que sólo se pueden decir en la lengua íntima que, como una cinta de raso, las rodeaba.
Así era como mi madre se convertía en bruja, capaz de transformar unos pocos ingredientes sin sustancia en un dulce aromático. A su lado la ayudaba a batir los huevos o a añadir, poco a poco, el azúcar mientras ella removía el chocolate y me decía: "Theobroma, el alimento de los dioses" y me sonreía.
Aprendí a esperar el tiempo que hiciese falta para que el pastel estuviese, después de haber impregnado con su olor cálido, dulce y pacífico toda la casa al hornearlo.
Me fue duro entender que hay cosas que no están buenas calientes y que deben enfriarse para que nos sienten bien. Pero todo aquello decía cómo había que hacer las cosas en la vida: con paciencia, dulzura y esmero.
Aún hoy, cuando vivimos en una ciudad y la "luz" no se "va" nunca, seguimos el ritual: cuando hay tormenta, paramos el tiempo y lo saboreamos.
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Curioso, por tanto, que la lluvia me recuerde al fuego.
Hoy los rayos sacuden el suelo y rompen el aire con violencia y estruendo.
Tengo miedo a los rayos, su luz atraviesa rápida y conrtante el cielo y mi piel se estremece esperando la reprimenda de su eco.
Intento esconderme de su ira bajo las sábanas pero, incluso en mi refugio, me encuentra. No soy nada frente a la Naturaleza. Me levanto, pues, y le presento mis respetos tras el cristal, lleno de gotas que caen, de la ventana: el único remedio contra los rayos es mostrarles humildad.
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