martes, 27 de septiembre de 2011

El humo negro de la desesperación (o la incomprensión de la realidad) ;)


… y los hombres os levantaréis contra los ejércitos que vendrán. Hordas de asesinos a caballo embestirán las casas, las chozas arderán bajo el ennegrecido y humeante cielo. Del firmamento caerán esferas de fuego y los gritos llenarán la noche, larga y despierta hasta el descanso del amanecer, cuando las hogueras y los vencidos empiecen, por fin, a morir.

Hastiado del mundo, buscarás los caminos, seguirás las huidas, llegarás al cansancio en el trayecto hacia la seguridad. Y andarás desconcertado con los ojos en verde y la mente en humo. Te retorcerás paralizado entre tanto pensamiento sin hallar todavía ninguna explicación. De la lucha y de los muertos puede que te apartes, no en cambio de los fantasmas. Vueltas y vueltas a la cabeza y pasos hacia adelante en un intento de sacar de órbita tus preocupaciones y hacerlas avanzar hasta encontrar una solución. Camina, por tanto, sigue adelante. Inúndate de hojas, de polvo de tierra perfumado.

El retronar de los pasos te mecerá. Ecos de gritos apagados por el olvido tomarán forma definida, se deshilacharán entre la naturaleza; y por fin comprenderás que no hay sentido, que la única verdad es la ignorancia que rodea a la guerra, que la sabiduría reside en la auténtica paz.

4 comentarios:

  1. Qué bonito. Me alegra que vuelvas de vez en cuando al blog. Muas

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  2. Gracias, guapa! Yo también me alegro de verte. Os echo mucho de menos :-(
    Esto lo escribí para mí pero decidí colgarlo para desquitarme un poco por la añoranza de tanto tiempo sin pisar el blog (no me queda tiempo para el ocio... todavía! Lo conseguiré, tendré tiempo para leer!! Muajajajaja!! ¬¬ Los estragos del estrés!!! ) .

    Un beso, solete! No te creas que no me acuerdo un montón de tí!! A ver si te leo pronto! Remuas!!

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  3. Salutacions, fogosa damisel·la. Un text molt inspirat! Gràcies per comparir-lo.

    Corc

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  4. La violència, la guerra no porten enlloc i al final, un cop acabada, mai sabem ben bé perquè va començar... Valia la pena de veres? Bona descripció breu!

    Grünewald

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